· Shinya ID

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Shinya Yukimura.
26 años aparentes. Reales cerca de 120 años.
Pesadilla.
Japonesa.
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Forjador (Kaji)
Seme.


Un hombre de una altura sobresaliente para ser japonés, mide aproximadamente un metro con ochenta y nueve centímetros. Su complexión es atlética sin poseer unos músculos demasiado marcados, sólo apenas sobresalientes aunque esto hace más notable su masculinidad; no posee un cuerpo exageradamente esbelto, sino que su peso está bastante acorde con su altura; aunque a él parece que esto no le afecta pues es bastante ligero en sus movimientos. La apariencia de un hombre adulto, y puede ser que aún un joven adulto, resalta en él un atractivo un poco común puesto que Shinya no posee un rasgo que sea exageradamente destacable y aun así se da el lujo de ser apuesto.
Una tez suavemente pálida y de una textura dulce y para su masoquista gusto su piel es bastante fácil de herir, aunque también puede sanarse más rápido que en un humano; en ese hermoso y masculino rostro se encuentra lo más notable de su persona, un ojo afilado y delineado por largas y finas pestañas, su orbe es de un tono muy ámbar; su otro ojo, el derecho, siempre está cubierto por un parche negro, si es que acaso se lo llega a destapar entonces se encontrara un tono casi purpureo, seguramente este bonito detalle no es más que un camuflaje de su ciego ojo. Un perfil afilado suavemente, su cabello es cortó, pero gran parte de su fleco cae sobre su rostro, especialmente sobre ese parche, la parte de atrás de su cabello cubre su nuca y casi roza sus hombros. Las puntas disparejas y algunos mechones se levantan graciosamente sobre su cabeza; el tono de su cabello es negro azulado. Sus labios son un poco gruesos y a tono con el resto de su piel.
Los gestos que más resaltan en Shinya son la ira, el placer, la burla, la demencia… expresiones poco usuales pero bastante recurrentes en un enfermo como él.
¿Qué es lo que deseas que te diga de Shinya? ¿No es más que claro que es un demente? En general, Shinya, nunca estuvo bien cuerdo de su cabeza. Desde niño presentaba problemas como la esquizofrenia, aunque desde entonces no ha agravado; pero se podría decir que no sólo le afecta tener un hueco enorme en su memoria sobre su pasado, también le hizo daño el tiempo en que fue tomado por una de las mafias, lo forzaron a hacer katanas sólo para ellos y para asegurarlo lo torturaron buscando doblegarlo; no le molestaría hablar de esto pero no cualquiera le pregunta el motivo por el que no puede ver con uno de sus ojos, así es, se lo arrebataron los mafiosos. Alimentarse de los temores de las personas también le hizo daño, los humanos pueden estar más desequilibrados de lo que parece; en fin, que a Shinya no le faltaron motivos para ser lo que ahora es.
A Shinya le encanta el dolor, sobre todas las demás emociones que pueda sentir, el dolor le hace excitarse; es un maldito sadomasoquista que no sólo disfruta de ser maltratado físicamente sino que también parece emocionarse con la enfermiza idea de infringir dolor físico y emocional a otro ser viviente. Puede ser muy expresivo en cuanto a ese gusto, no le preocupa lo que los demás piensen de su persona así que es directo en este y en cada aspecto de su persona. No es que no le guste mentir, porque la verdad podría recibir un premio por buen actor, pero sencillamente le llama más el ser un desvergonzado. Su estado de ánimo se balancea peligrosamente entre lo alegre, lo neutral y lo triste, no por nada se le diagnostico bipolaridad; con tan bruscos cambios de humor no se recomienda estar cerca de él. Es tóxico, definitivamente hará daño aún si es por “afecto” a alguien. A ciencia cierta no se sabe si Shinya ha sentido emociones cercanas al amor, quizás lo ha olvidado hace mucho pero esto no parece preocuparle. Simplemente quiere su satisfacción, diversión, no duda en buscar comprar a alguien con dinero; el dinero mueve muchas cosas para él y si no se puede entonces la violencia lo hace. Para él no existe el “no” pero por supuesto que existe cuando él lo dirige a alguien. ¿Romántico? No, él no sabe nada de relaciones, de ningún tipo… tal vez, amistosa. ¿Fiel? No… más bien maneja las situaciones de acuerdo a su conveniencia. ¿Celoso? Sólo si eres de sus juguetes favoritos. No es de aferrarse a una persona y si eso pasa deberías huir porque es probable que este obsesionado. También tiene temores, claro, pero estos se mantienen como secreto… tendrías que observarlo, detallarlo, tendrías que vivir con él para saber qué tan “dañado” está, obviamente no aseguramos que su locura no sea contagiosa.



¿Hace cuánto tiempo que se encuentra vivo? Realmente no tiene una idea certera de esto, no podría decir con exactitud el lugar ni el tiempo en que nació. De su infancia quedan apenas recuerdos que pueden parecer más la cinta de una película, apunto de quemarse, que recuerdos propios; no recuerda a sus padres, ni sus nombres ni sus rostros. Tiene en mente que siempre fue, y seguramente siempre será, un niño nacido en Japón, un japonés y tiene la idea de que provenía de una buena familia de herreros; sino fuera de este modo ¿de dónde habría aprendido tan excelente arte de crear katanas? Esto es quizás lo que más está gravado en su mente y en su tacto, desde pequeño ha gustado de estas armas, aprendió y pronto se convirtió en un perfecto forjador de ellas. Lo que mejor saber hacer, lo único que sabe hacer a la perfección, y lo que quizás más le llene el espíritu.
Cuentan por ahí, en el pequeño pueblo donde nació, que sus padres fueron maldecidos al recibir el nacimiento de un ser no humano; empero, esto jamás le causo problemas, ahora incluso puede regocijarse de saber que siempre impuso miedo y por ello estuvo protegido. Sí, es cierto, siempre estuvo consciente de que su naturaleza no era humana; se alimentaba de una manera extraña, aunque no es como si no pudiera comer cosas que otros niños sí; sus padres, al ser los únicos que se le acercaban, eran su mayor fuente de energía. Pero como se dijo en un inicio, realmente no recuerda mucho, así que supone que cuando estos murieron emprendió su viaje una ciudad más grande para buscar alguien nuevo.
¡Ah! Además de su oficio, sus padres le procuraron que aprendiera a leer, escribir; incluso sabe un poco sobre otras artes.
Conforme se fue modernizando Japón, para su desprecio, tuvo que adaptarse también; ya no pudo sólo mantenerse de su oficio como herrero de katanas. La época de paz comenzó a manifestarse de tal modo que entonces sus servicios se convirtieron solamente a crear armas para colección; así que tuvo que trabajar de diversas cosas: mesero, cocinero, lavaplatos, guardia, cajero… todas ellas eran labores que despreciaba; aunque decidió quedarse con el oficio de cocinero en un restaurante de comida tradicional japonesa, sólo porque parece sentirse familiarizado con el ambiente.
Justo como lo esperaba, el humano no puede estar sin violencia, vio nacer las famosas mafias. Y encantado prestó su oficio a cualquiera de estos hombres que desearan una de sus valiosas katanas, claro, no faltaba el mafioso idiota que sólo las quería por la extravagancia de poseer algo que los demás no, pero como fuera, dinero es dinero y le bastaba con ejercer su trabajo. Cabe aclarar que Shinya nunca ha salido fuera de Japón a pesar de que gracias a su trabajo tiene sustentabilidad quizás excesiva. De hecho nunca ha sido un hombre de mostrar extravagancias.
Conoció a Klaus Niemann hace algunos años, cuando este era más joven, y aunque parecieron tener un romance terminaron siendo simplemente amigos; el padre de este hombre era un mafioso idiota que coleccionaba sus katanas por puro placer. ¿Amor? No lo recuerda, ni siquiera piensa que por Klaus haya sentido algo así, pero como su memoria pasada falla tanto es posible que si haya habido amor para él, o también puede que no.
Hace poco se enteró de que Niemann se mudó a Japón y dejo sus gajes de la mafia para abrir una ridícula tienda de pets. Como Shinya no tenía nada mejor que hacer decidió también mudarse a Kyuushu, tal vez encontraría algo que le diera sentido a su locura, porque por cierto, hace bastante tiempo que su mente se quebró pero no parece tener interés en reparar sino más bien en hacer más grietas.


— Le gusta causar y de igual manera que le causen dolor físico, no necesariamente durante una sesión de sexo.
— El sake, es su bebida alcohólica predilecta.
— La comida japonesa y tal vez la china, ninguna otra.
— Los dulces japoneses, pero por supuesto los tradicionales son sus favoritos.
— Las katanas y por tanto disfruta mucho de su oficio. De igual manera le gusta cocinar.
— Juguetes sexuales para sadomasoquistas. Aunque tal vez es mejor usar sus propias manos.
— Diría que le gustan las personas con un semblante serio, es las que más le divierte maltratar.
— Los colores demasiado claros, sobre todo el blanco.
— Que toquen sus cosas, incluso sus muebles, por tanto es raro que lleve a alguien a su casa.
— Las personas hiperactivas o demasiado alegres.
— Aunque no lo parezca detesta la violencia injustificada contra los animales.
— Las mañanas y las tardes demasiado iluminadas.
— Algunas cosas tecnológicas como: televisores, computadoras, consolas de videojuego.
— Comer demasiado, aunque a los postres no les pone queja suele llenarse demasiado fácil.

— Tiene la manía de morder sus propios dedos hasta hacerse sangrar.
— Salir a caminar cuando llueve, sin importar si hace demasiado frío.
— A veces habla en voz alta, le contesta a las voces de su cabeza.
— Sólo come formalmente una vez al día.
— No está completamente seguro de que “Shinya Yukimura” sea su nombre original, simplemente parece que le gusto y lo adopto por siempre.
— Padece leve esquizofrenia, y aunque no se medica no parece que empeore.
— Al igual que la esquizofrenia, padece trastorno bipolar 1 y no lleva atención médica.
— No es que haya perdido su ojo en su totalidad pero su visión si es completamente de cero, aun así no parece molestarle ni piensa ir al doctor.

♂Físico
Touken Ranbu
Shokuradaikiri Mitsutada.

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