•The Cat piano.

•••
Shiro
24 años.
Gato persa.
Fértil.
Mix {Modelo 1 & 5}
Sí; De la D.S.
No {Esta muerto}
Seme




Digno de ser un gato; Esta sería la forma en la que el científico a cargo de Shiro podría describirlo.
Si este gato lo permite podrás ver su agilidad, su flexibilidad y su fuerza, podrías incluso sentir la suavidad de su cabello que simula perfectamente la sensación de confort al tocar a un felino verdadero y esponjoso. Blanco,  largo hasta un poco más allá de la cadera, combinando  con la piel palida suave y cálida al menor tacto.
Si se atreve a poner esa mirada gris sobre ti; podrías conocer sus pensamientos fácilmente, pues, sus pupilas imitan perfectamente a un gato real y son el reflejo de cada emoción que pueda sentir. Presumirá ante ti la facilidad de visión sobre la oscuridad, pero cuidado, podría asustarte en una noche con poca luz, pues también son retrorreflectores.  No solo los afilados ojos son lo más llamativo de su características,  sino, también su lengua áspera y dentadura especial; sus caninos alargados y afilados simulan perfectamente a la base de su naturaleza.
Manos delgadas y de dedos alargados, uñas fuertes que pueden imitar a las garras (pero es un problema buscar asistencia de un científico para arreglarlas si es que se rompe en alguna de sus exageradas reacciones).
Aunque su estatura ronda por el metro con ochenta y tres, si encuentra a alguien mas alto en su camino siempre le mirara con altanería. Tiene un peso equilibrado aun cuando es un verdadero glotón.
Puedes verlo vestido para todas las ocasiones, él no tiene de preferencia algún tipo de ropa en especial ni sigue alguna moda, pero los tonos oscuros siempre predominarán en su guardarropa.



Un gato que perdió el camino a casa.
Si bien su personalidad no es más que una simple simulación de números, Shiro se ha perdido demasiado en esta realidad y profundizado en el papel de ser el gato que deseaba su amo.
Puedes conocerle como un simple gato callejero, aquel que merodearía los pasillos traseros y callejones de los restaurantes esperando por un poco de comida o las sobras del día. Ese gato maltratado por el cual sientes lástima y deseas recoger, recibiendo como recompensa un par de mordidas y arañazos que te hacen repensar de tu buena voluntad.  Es el gato que parece haberse quedado solo en la caja en donde le abandonaron.
Shiro trata a los orgánicos como utensilios, como aquellos objetos que pueden saciar las necesidades que él tenga.
Un gato que odia las caricias pero un gato que ansía el calor.
Altanero, irrespetuoso, grosero, perezoso y dormilón.

Aunque el comportamiento de Shiro llega a mostrarle tan diferente en ocasiones...
Seguramente te has encontrado con todos esos vídeos en la red sobre gatos "adorables"  en diferentes situaciones...Bueno, bienvenido a la representación de ellos.
Desde el miedo irracional a los pepinos, hasta el amor a las cajas, la demencia por atrapar el " endemoniado punto rojo" y tirar vasos o tazas de la orilla de la mesa. El científico a cargo de su carácter creyó que sería demasiado divertido el tener este tipo de detalles en un androide de felino, incluso agrego detalles que creyó gustarían a su dueño; Que hombre tan creativo.
Un gato común rodeado de misterios falsos.
Tiene una obsesión que le hace tener un fuerte sentido de la justicia y aunque busque aplicarla podría siempre salir herido de su propia tenacidad. Detesta las ordenes y si algún día llegas a verle sumiso y dándote la espalda para dormir; Felicidades, haz conseguido la confianza de un felino.
Es un tacaño de primera, incluso preferiría dormir en la intemperie antes de malgastar el dinero que tiene. No gusta de deber favores aunque parezca que siempre este pidiendo algo.
Shiro no es complejo, ni difícil, solo es imposible de soportar por su eterna necesidad de libertad y de mostrarse dominante... Si deseas un gato que ruegue por caricias, mejor consigue un perro.






Pero aquí radica el mistérico y la obsesión del único dueño de este androide:

La  fascinación de un acto tan enfermo llevó a un escritor a crear un cuento.  "The cat piano" una oda al crimen perfecto de un hombre demente llamado Katsenklavier. Una historia diferente a sus anteriores trabajos, algo tan desafiante y patético que le hizo perder fama y renombre; obligando a aquellos que le rodeaban a darle la espalda.
Se sumergió en un mundo diferente, le tomaron como un loco, su editor; Un hombre carroñero que vivía del escritor le declaró incompetente mentalmente... Deseaba quedarse con su fortuna a sabiendas de que el hombre carecía de una familia.  Oh, demasiado tarde, el escritor se había vuelto hacia el anonimato y sus ganancias se las dejo a su mejor amigo y hombre de confianza bajo una cuidadosa forma legal.

Huyó entonces a Kyushuu refugiándose de la realidad que deseó olvidar, fascinado por la idea de los androides que comenzaban a crecer entre murmuros de las sucias calles. Tomó parte de su fortuna y visito al creador de ellos.  Pidió entonces un encargo especial:

De pelaje blanco y una voz que hacía que el sonido de todos los ángeles de la eternidad carezca de musicalidad.

"No"

De pelaje blanco y un hambre de la verdad que hacia quedar en ridículo al hombre más curioso.

Así fue como se implantó en su información el falso misterio "The Cat piano" insertando información para que llevara el trabajo de un detective que rayaba en lo cliché. Shiro había nacido del capricho y locura de un escritor... de la muestra que el dinero podría comprar cualquier cosa y en esta ocasión una fina pieza de un juego divertido había sido fabricada, el defecto de su memoria fue a propósito no deseando que por algún problema olvidara su propósito.
La rebeldía se desembocó sola por el carácter tan desafiante que desean recrear; aunque nunca hubo una verdadera relación en la cual probar este defecto. El escritor mismo se ganó su respeto.

25 años pasaron, 25 años de viajar por un mundo persiguiendo la sombra de una mentira, un cuarto de siglo donde arrastro la mente de un androide en un divertido juego de detectives y misterios...
Se enredaron entre sabanas de sedas, hundidos en el humo blanco de las pipas de hachís, se dejaron caer en la más profundos de los placeres carnales envenenadose de los deseos terrenales. Disfrutaron de la dicha de rodearse de lujos y vagar como pobres... fueron aventureros y enfermizos deambulantes.

La diversión pronto pareció perderse, las risas, las frustraciones... el mundo para el felino se había detenido.
-Cáncer
Su amo, no, la persona que respetó y le llevó a destinos exóticos y mostró el mundo entero, el increíble detective que estuvo por apresar al demente que apagaba voces armónicas y dejaba una serie de muertes... ese hombre pronto moriría.

La decisión fue tan apresurada que al gato le hizo perder el control; Regresarían a Kyushuu donde todo comenzó. Siguiendo la pista más falsa y mal fabricada que al fin le daría la respuesta de tan magnífico viaje a la máquina. Un desenlace perfecto para un escritor que había caído en lo patético y lo mediocre...

Se arruinó.
La muerte llegó una noche sin mucho que hacer, el ambiente del frío caló la columna del gato y se llevó la armonía de una vida que vio florecer y perecer.
El maullido desgarrante por primera vez corrompió  su garganta, puede ser que aquello sobre su rostro no fuese más que lágrimas...
El resto es realmente confuso, la perdida de espacio y el tiempo le hicieron no entender lo que sucedía.
El confidente de su amo entregó en sus manos el libro original... Todo estaba escrito ahí, cada pista, cada muerte. Una bitácora tal vez, pero al final descubrió que era lo que habían estado siguiendo estos años, todo al pie de la letra.

"Shiro..."

El pesado inició de una larga carta donde explicó toda su vida y hasta su propia creación, donde se declaró culpable de su propia falsedad, de mostrarse ante él como alguien que no era pero que deseaba serlo. Una declaración de amor,  pero no hacia la maquina sino, hacia el mundo que crearon con el androide... La verdad a secas y una última disculpa.

Aun a pesar de conocer la realidad, su propia experiencia y su sistema le hicieron negar aquella carta. Tal vez una trampa, una maniática idea de que su amo en realidad había sido asesinado, la última pista seria si carta...
Nunca aceptaría la realidad... la obsesión le hundió tal y como su amo en un comienzo. La interminable búsqueda continúo por su propio pie.
Lástima... el mejor amigo de su amo no pudo sentir peor emoción al gato. Le dejo hacer financiando sus desmanes, reparaciones... cubrió cada gasto hasta lo absurdo.
Shiro se cansó, se fue por su propio pie, cayó tres veces en la detective's shop ahora que era un gato callejero y todas ellas ha escapado casi ileso. Aun dispone del dinero que el escritor dejo tras su muerte, pero prefiere no usarlo a menos de que se trate de una emergencia.

Muy en el fondo sabe que su búsqueda no obtendrá algún resultado, pero no va a detenerse hasta cerrar aquel caso.
En el camino desea cerrar aquella herida, volviendo su propia vida en la cicatriz que se esfumara... vivir, respirar, para ello debe tener una falsa libertad en aquella isla.






• Atún.
• El estambre
• Objetos brillantes.
• Películas en blanco y negro.
• Boxeo.
• Series policiacas.
• Fumar

•Los perros.
• La comida condimentada.
• Bebidas calientes.
• Lugares altos.
• El agua.
• El silencio.

Tiene la manía de meterse en lugares donde no le llaman. Le encanta estar escuchando conversaciones ajenas.
Lame sus dedos al terminar de comer y duerme una pequeña siestas después de cada alimento.
Parece ser que su pasatiempo favorito es molestar a aquellos que atraigan un poco de su curiosidad.
Si consigues domarlo; puede ser cariñoso, ronronear (pues tiene la fusión) maullar  y enroscarse apegado al cuerpo ajeno en busca de calor... Shiro perdido en un sueño profundo puede ser completamente diferente.
Tiene las manías de un gato ¿Es necesario decir mas?
No tiene propósito en su vida, por lo que aun mantiene su mente centrada en encontrar al demente de Katsenklavier por ello suele pasar demasiado tiempo en los barrios bajos.
Puede caer fácilmente en depresión cuando se sienta solo, esas veces tiene la manía de leer el libro que dejo su examo y leer su carta.

La curiosidad mato al gato, pero el gato murió sabiendo... Shiro es la curiosidad hecha gato, no puede permitirse quedar con alguna duda y no habrá nada que detenga que sacie aquella hambre.

Aunque llegue a gustarle el sexo con alguien, no se volverá un amante ocasional.
No suele dar su nombre fácilmente, si se lo preguntas la respuesta será la misma "Soy un gato callejero, dame el nombre que desees... No volverás a verme después de esta noche"

Una maldición en un hermoso don.
Los pianos y los gatos siempre han estado de la mano o... ¿De la pata? El sonido reconfortarle de las notas en cada tecla es amada por este felino, incluso puede representar una pieza a la perfección y memorizarla... pero tiene dos grandes problemas con ello:
Uno, su representación es tan perfecta y al pie de la nota, no expresa nada en su música y se vuelve vacía.
Dos, no soporta estar junto a un piano demasiado tiempo a la idea del "caso que investigaba" con su es amo... incluso podría vomitar de la ansiedad que causa este.

Tiene pesadillas con la enferma idea del sonido del piano de gatos, ha despertado algunas noches con usar el arma con un solo tiro en su propia cabeza, aunque algo así en sus manos no es más que un vil accesorio inservible por culpa de las leyes.

Shiro es un modelo viejo, creado por científicos que tal vez ya han dejado los laboratorios.

Su científico creyó que sería divertido entregarle la imposibilidad de abrir latas, y darle obsesión por el atún. Aunque en teoría conozca la forma de usar un abrelatas o el seguro de abertura fácil; Él no puede por su sistema.

Campo Obligatorio
♂Físico
Prince of stride

Kyōsuke Kuga

Spoiler: