Adel ID

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Adel Wilmer.
19 Años.
Humano.
Iglesa.
Fértil.
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Derrochador de dinero y “universitario”
Suke.



Aproximadamente 1.83 cm de altura, nada  mal para un hombre extranjero que no sobresale en su propio país.  Cabello corto de color rubio cenizo, en pequeñas capaz hasta la nuca donde algunos mechones son ligeramente más largos, con un flequillo que molesta en ocasiones  a su ver pero que caprichosamente lo deja estar en su lugar. Existe un truco con el color de sus ojos  que consiste en la ilusión de ser verde olivo o miel, solo es un reflejo de la luz, sus ojos son de un verde oscuro. En ocasiones usa lentes, pero solo es para vista cansada, no padece de mala visión, audición, o falla en alguno de sus sentidos… Es extrañamente muy saludable.
Tiene un cuerpo atlético pero sin llegar a la exageración, suele ser muy deportista  aunque realmente no es su pasión. Brazos fuertes y de manos grandes, en absoluto  delicadas o cuidadas, se nota por lo ásperas que son el tipo de aficiones que tiene.  
Suele ser muy formal al vestir, acostumbrado a los trajes puede que siempre se le vea con una camisa blanca ligeramente desabotonada, aunque en sus días libres y de ocio puede ponerse cualquier cosa de cualquier color. Es muy vanidoso y siempre va a desear verse bien para su cita en turno, suele seguir las tendencias de la última moda del país en el que se encuentre.  Es muy higiénico sobre su aspecto aunque su departamento demuestre completamente lo contrario.

 Adel es de esas pocas personas que todo lo ven color de rosa, prácticamente tiene un don nato para poder olvidar que está en un aprieto. “El tiempo dirá que pasa”… “ya lo resolveré en su momento” “Las  cosas se acomodan solas, es la ley del universo” son ciertamente las frases que siempre se repite una y otra vez cuando está en una situación desagradable.
Es muy simple de humor y siempre está buscando el encontrarse relajado y aun así obtener todo lo que le atraiga. Es egoísta, engreído infantil y bastante ruidoso, es un poco ridículo en su actuar pero muchas cosas que hace son en verdad porque desea ayudar.
Siempre va a desear sobre todo el estar en su zona de confort; puede ser grosero con aquel que amanece su calma pero de igual forma… siempre es grosero con cualquiera que se le cruce por el camino, sea o no a propósito, siempre está  molestando y sonriente.
Podría decirse que tiene hiperactividad y un  terrible déficit de atención; aunque realmente solo es demasiado despistado y tiene mucha energía que gastar.
Es muy celoso con lo que le pertenece, pero ¿pelear por otro ser a causa de estos? Nunca… esas cosas no van con los Wilmer, ellos lo obtienen todo, ellos no pelean por nada, los otros pelean por los Wilmer.  Según es lo que cree el engreído Adel.
No suele aprenderse el nombre de las personas, si estas son atractivas entonces recordara sus rostros, si llega a salir con ellas les llamara a base de su día y hora de cita. No le gusta la monotonía, no le gusta sentirse enganchado a algo o alguien… Siempre se ha sentido que la libertad es su segundo nombre.  
Es muy cercano a su familia, su familia lo es todo para Adel. Tan consentido como es, lo es para aquellos con los que está unido sanguíneamente, es muy dulce y amable con respecto a este tema… puede comprar una tienda entera para llenar de  regalos a los niños.
No es fácil que alguien haga enojar a este hombre infantil, pero su talón de Aquiles es claramente su familia, este siempre será su principal debilidad.

Adel es la representación misma de cómo no debe educarse a un niño.  Malcriarlo, darle todo lo que desea, cumplirle cada fantasía, entregarle el mismo mundo a sus pies.
Bañarlo en lujos y gustos, hacerle sentir superior a los  demás, dejarle pisotear a los que le servían. Adel es el capricho en persona. Desde que nació sus padres vieron en el la forma más fácil de poder disculparse por los errores con su primer hijo, llenos de culpas y pecados no se limitaron en encaprichar al nuevo, pasando tanto tiempo con él y sino, disculpándose al darle algún regalo demasiado costoso. Adel no era de esos niños a los que les llenaban el vacío del cariño y amor paternal con objetos, no, este encaprichado humano disfruto de ambas cosas sin un verdadero límite.
A los 7 años cayó de un árbol por no hacer caso a su sirviente y se rompió una pierna, el hombre fue despedido por no saberle cuidar y a él se le cumplió nuevamente cualquier tipo de capricho.
Pero hasta la miel sobre las hojuelas puede llegar a atraer moscas…
Su madre enfermo gravemente cuando solo tenía 10 años, en esa época la enfermedad misma le llevo a un estado psiquiátrico muy delicado. Había algunas ocasiones donde no le reconocía o le llamaba con otro nombre y pedía perdón.
Fue exactamente el momento donde se enteró sobre su hermano mayor… sin desearlo;  algunos familiares terminaron por contarle sobre este, aunque le  dieron por muerto solo para no crear una mayor confusión en el pequeño Adel.  
Tres años después, tras una caída por las escaleras… su madre no logro salir del hospital.
-Abdiel… no pude entregarle nada… soy una madre terrible ¿vas a ser feliz? Abdiel, Abdiel…
Claramente la expresión arrepentida de su madre le hizo notar que su muerte no se acercó ni un poco a ese momento de paz y tranquilidad; La madre que él había conocido, con  aquel perfume suave y de cálidos abrazos y besos no podrá tener una paz en la muerte por culpa de que su hermano no estaba con ellos… “Maldito seas Abdiel”
En otoño a los 13 años… Su madre murió.

Durante la primavera de a sus quince años conoció a un joven por simple casualidad; un desdichado artista con delicada salud… Tal vez sintió un poco de compasión o lastima por culpa de su madre, pero hizo todo lo posible para hacer que sus últimos meses de vida fueses  tranquilos tal vez… ¿felices?
Sabe que ayudo a que muriera en calma… hasta los padres de aquel chico le agradecieron toda su amabilidad y parecían tranquilos de que su hijo se marchara de esa manera… Entonces, ¿Por qué el no podía dejar de llorar? Claro,   se había enamorado de él.
Para cuando se había dado cuenta solo pudo reír con fuerza, no podía agriarse el recuerdo de su primer amor. Si permitía que su tiempo se detuviera en ese instante, ¿con qué cara iba a poder verle cuando lo encontrara después de la muerte? No iba a perdonárselo… él, de entre todos, jamás perdonaría a Adel.  
Siguió adelante; con aquel comportamiento caprichoso, derrochado el dinero en fiestas tontas, las chicas lindas del instituto femenino y también se  abrió paso a experimentar con algunos jóvenes de su propia escuela. Nunca fue muy destacado en sus estudios más que en el deporte, pero a pesar de ello su carrera fue “administración de empresas” para continuar lo que su padre le heredaría pronto  y ganar el dinero con el que él  mismo malcriar a sus hijos.
Adel realmente no tiene una verdadera vocación por lo que hace, no encuentra aún aquello que le convenza seguir aunque realmente no le importa mucho con ese despreocupado carácter.

En secreto de su padre; él comenzó a buscar a su hermano mayor, necesitaba resolver muchas dudas y de menos había encontrado la respuesta de  que no había muerto, sino que había sido criado por ese abuelo al que jamás conoció y del que apenas se enteraba de que ya no estaba vivo. Las empresas pasaron a ser administradas por el segundo mayoritario pero el nombre de Abdiel Wilmer aun aparecían como apoderado… ¿Dónde estaba Abdiel?
Después de todo siempre ha tenido un lazo demasiado fuerte con su familia y que le faltara un integrante tan importante era imperdonable. A espaldas de todos; contrató un detective que después de años de investigación le entregaría la información de que estaba en Japón.
Realmente era un hombre demasiado difícil de rastrear, pero ahí estaba al menos la primera pista… Japón no era muy grande… no había muchos habitantes… pero tampoco podía ir viajando de puerta en puerta preguntando por un occidental.
Tuvo que esperar un año más para que la búsqueda  rindiera frutos y le enviaran a Kyushuu; al parecer su hermano había dejado de moverse y eso haría bastante más fácil las cosas… Sin saber a qué se enfrentaría, tuvo que pedir un año libre a su viejo aunque sus maletas ya estaban rumbo al aeropuerto.
Sin estar enterado de la magnífica tecnología que rodeaba a aquella isla, entrego sus papeles para poder pisar la isla.





La playa.
La montaña.
Ciclismo.
Navegar.
El criquet.
Los dulces y comida chatarra  en general.
Viajar.
Cualquier cosa exótica y cara.
Las cosas pequeñas, las cosas muy grandes.
Los animales.
Las cosas que parecen tiernas.
Redes sociales.
Fiestas.

Las personas muy serias.
Televisión en general, aunque suele ir mucho al cine.
Revistas, periódicos… cualquier medio controlado.
Hospitales.
Quedarse con la curiosidad o cualquier duda.
El silencio absoluto… por lo tanto no le gustan las bibliotecas o iglesias.
Los vegetales, es 100% carnívoro.


Sacarle fotografías y videos a todo lo que le guste, no lo hace profesionalmente, solo saca su teléfono inteligente y llena su memoria con las cosas más simples hasta  las más extrañas a su parecer.
También es un completo egocéntrico que saca fotos de sí mismo en todos lados y a todas horas. Sus redes sociales suelen tener fotos de la comida exótica que esta por ingerir al momento.
Aunque no sea una persona que guste de la lectura; ciertas veces  puede realmente concentrarse en un libro de ciencia ficción o terror…
Suele ir solo al cine, después de todo no hay mejor compañero que uno mismo.
Tiende  a hacer citas con cualquiera que le parezca atractivo y aunque el número de esta persona pase a estar en su agenda; jamás anotara su nombre, ni se atreverá a llamarlo antes, durante y después de la cita. Puede que se muestre grosero y les llame con un simple “hola, mi cita del viernes a las 7:30” y se ha ganado buenos golpes por ello, pero no cambiara. Tampoco suele acostarse con una persona más de tres veces.


Adel aún está intentado aprender japonés, por lo que en algunas ocasiones pude ser que no se entienda o use palabras incorrectas y sus oraciones pierdan sentido.
Le gusta disfrutar de exposiciones de arte, cantantes o músicos que toquen improvisadamente en la calle.  A él no se le dan esas cosas, ni tampoco desea poseer tales cualidades pero eso no rompe la ilusión de ser un fanático.
Tiene un fuerte sentido de la justicia, aunque muy pocas  veces se vea arrastrado a llevarlo a cabo. También tiene ese lado rebelde por romper las reglas y por más veces que le nieguen algo, mas va a desearlo.


Campo Obligatorio

♂Físico
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