Ganímedes

Al principio de su creación se pensó en los detalles mínimos: ¿Sería un buen Pet? ¿Estaría su físico final adecuado a las expectativas del amo? Ganímedes era un prototipo nuevo, y como todos los prototipos tenía cosas que debían mejorarse. Pet Cristal, así lo llamaron el día que despertó en el laboratorio.
La delicada apariencia de Ganímedes ahora es sólo un reflejo de lo que en realidad serían este nuevo tipo de Pets; cuando salió de la tienda tenía la descripción casi aniñada, era pequeño y sus facciones eran más redondas… por así decirlo. Gracias al “amor” dado por su amo es que Ganímedes ha alcanzado su etapa “juvenil”.
Tiene una estatura promedio al metro con casi ochenta centímetros, y está cómodo con ella; puesto que en realidad no le gusta sobresalir como la mayoría de los pets poseedores de una altura exagerada. Su complexión delgada, ligeramente atlética pese a que nunca en su vida se ha ejercitado más que cuando corre; posee piernas largas y brazos bien proporcionados a su cuerpo, espalda ligeramente ancha. Podría decirse que es casi andrógino, pero aun a la distancia se nota que su figura es la de un hombre. Ganímedes no llegó a su etapa “adulta”, así que se ve demasiado joven aún; sus facciones ya no son aniñadas pero tampoco son maduras. Su piel es importante en este prototipo, es más delicada que la piel promedio de un pet común; es sensible y fácilmente se puede lastimar pero tiene un punto a su favor y es que se puede curar sin problemas. Además de ello, la piel de Ganímedes es tan blanca que hace resaltar sus labios y sus ojos.
Los cabellos albinos de Ganímedes van muy acorde con todo su rostro y con su piel; sus cabellos crecen también cada que se les da “amor”, pero sus cabellos sólo llegaron un poco por debajo de sus hombros. El corte de cabello de este ángel es bastante peculiar, la parte baja es la más larga y se divide en ligeros mechones disparejos; la parte de arriba de igual modo es dispareja pero es más corta llegándole apenas a cubrir sus orejas; aunque el fleco y los laterales también son largos, nunca cubren sus ojos.
Los ojos de este pet son medianos, alargados pero no excesivamente y casi siempre parecen tener una caída tranquila o indiferente dependiendo de la perspectiva de uno. Los orbes son ambarinos. Casi nunca posee un gesto molesto, es algo realmente difícil que su expresión no sea tranquila o inexpresiva. Sus labios son rosas, o por su piel se ven más rosas de lo normal. Un perfil afilado.
Ganímedes no posee alas; pero si un “aura” angelical y por más humano que hayan intentado hacerlo ver, te darás cuenta de que es un pet.

Aun cuando no lo deseara este ángel es más humano de lo que incluso muchos otros humanos supondrían serlo. Su mente se vuelve un complejo que bien podría darle dolor de cabeza a más de uno. Ganímedes tiene un sistema implementado para ser sociable, cosas como ser amable, ser respetuoso, ser paciente y tener conocimientos de ayuda para ofrecerla en cuanto lo requiera, están fuertemente implantados en él; sin embargo parece tener un casi imperceptible fallo, dichas consideraciones innatas de él no parecen tener efecto en los demás que son sus iguales, es decir, en todos pets. Cierto es que Ganímedes se muestra algo receloso frente a las demás maquinas, aun cuando sepa que esto es incorrecto o no se dé cuenta de que actúa de cierta manera. Por ello puede tornarse un poco pesado con alguno de su “familia”.
Como un niño, y aun cuando ya no tiene a su amo, la curiosidad se muestra aún bastante despierta en su sistema; ciertamente no ha acabado de madurar y esto podría traerle algunos problemas, pero no es de extrañarse que se muestre emocionado por descubrir o aprender ciertas cuestiones que le rodean. No se considera muy inteligente, pero ello no le detiene y por orgullo rara vez acepta que está mal. Podría considerarse un pequeño complejo en su persona. A este mismo tema, hay veces en las que puede mostrarse como una persona "estúpida", muchos de sus conocimientos se basan en lo que vio en televisión; puesto que su antiguo amo lo sentaba varias horas frente al televisor y este era su única compañía en los momentos de aislamiento. Es cierto, puede parecer un estúpido pero no lo es... tanto.
Como todo pet, es un ser altamente leal. Y es cierto que es bastante devoto a su amo, pero no es como si su sola existencia dependiera de dicho ser, puesto que Ganímedes piensa también mucho en lo que le implica solamente a él. Es poseedor de un carácter fácil de llevar, si es que le agradas. Es bastante fácil que algo relacionado al mundo humano capte su atención pero no por ello todo lo apreciará; hay cosas de los humanos que aborrece y omite para él. Aunque fue hecho para ser sociable, no así fue para ser amigable y curiosamente comenzó a ser desconfiado cuando entró de lleno al mundo de los humanos; a Ganímedes no le causa remordimiento mentir, pero casi siempre trata de que sus mentiras no dañen gravemente a otra persona; también sabe fingir, por ejemplo fingir que alguien le agrada cuando no es así. Aunque muchas veces termina por delatarse así mismo en sus actos o gestos. Le enseñaron a decir “no” cuando algo no le agrada y también a mostrar lo que no le gustaba, así que no le callaras si algo no le parece y no suele tener miramientos para decir las cosas tal cual… puede traerle líos, aunque no es una persona violenta; definitivamente no es amante de pelear ni física ni verbalmente pero si de molestar en ciertas circunstancias. En general puede ser tranquilo, o a veces puede parecer demasiado indiferente; tiene un ligero déficit de atención; pero siempre está intentando concentrarse al máximo en lo que hace. Aunque no lo parezca es responsable y bastante cuidadoso tanto con su persona como con las cosas que le encargan. Le gusta tener algo que hacer, pero no demasiado como para hacer labores domésticas aunque las aprendió de su amo.
Muchas veces piensa más antes de actuar puesto que no le gusta mucho el dejarse guiar por sus emociones “humanas”, eso le asusta en cierta manera. Es romántico, aunque no lo parezca y aunque sea de un modo discreto, pues tampoco es cursi al extremo; y también fantasea constantemente. Aprendió a ser desvergonzado por su amo, y la mayoría de sus habilidades también fueron enseñanza de él. Se considera un buen amante, aunque su única experiencia ha sido su amo; no suele avergonzarse con facilidad a menos que este confundido en cuanto a sus emociones o que descubra cosas nuevas. Es celoso, pero no al grado de parecer un controlador, aunque tiene su propia manera de marcar lo que es suyo. Tampoco suele hacer berrinches, aunque si a veces tenga un carácter infantil. A veces puede ser un tanto voluble.

Un prototipo, un experimento, un posible fallo. . . Ganímedes era un nuevo reto para los científicos de la Pets Shop; no sabían cómo sería recibido por los clientes o cual sería el resultado final. Pese a los problemas que presentó tanto económicamente como técnicos, al final Ganímedes resulto en lo más perfecto posible de lo que ellos querían.
Cuando Ganímedes despertó en aquel laboratorio parecía ser un niño humano, al menos daba esa impresión por su fragilidad aunque sin dudas su belleza resaltaba; lo habían hecho poseedor de una belleza única. El ángel no sólo estaba construido para asimilar aquel crecimiento que se da en los seres orgánicos, sino que también estaba diseñado para crecer “mentalmente”, es decir, aprendería ciertas cuestiones de su amo.
Como fue esperado, este prototipo tuvo un alto costeo; así que Ganímedes tardo un poco en ser vendido. Además, comprar un pet cristal no era para cualquier cliente; sino para clientes que estuvieran preparados para darle una buena vida, conscientes de que este es un pet para toda la vida. No recuerda su vida en la tienda, pero los cuidadores saben que no fue mala, puesto que; Ganímedes era bastante sociable y amable, al menos eso era lo que solían decir los habitantes de la pets shop. Pocos meses después de su lanzamiento, un hombre adinerado, de alrededor de unos cuarenta años, llegó por él.
El señor Kana era un hombre que había heredado un imperio bancario; tenía fama, dinero, era muy agradable… pero estaba solo. Jamás se había casado, ni tenía intenciones de hacerlo, siempre se lo dijo al ángel. Kana había llegado a Japón sólo con la emoción de establecerse y tener una de esas lindas máquinas de amor, que eran los pets. Quedo encantado con Ganímedes, y le beso, así que el sistema del pet comenzó a reaccionar favorablemente a su ADN; Ganímedes tenía una buena vida, cosas que jamás creyó que le serían concedidas, era feliz, aunque sus días eran apurados, Kana era muy estricto con su enseñanza… y en el ámbito amoroso, Kana era homosexual abiertamente así que de alguna manera le enseño a Ganímedes a no temer a demostrar su afecto en público. No sólo eso, Kana era bastante dominante y receloso, nadie podía ver al ángel sin que temiera que lo quisieran robar; Ganímedes paso varias noches aislado en un cuarto, un cuarto adaptado con todo menos con posibles salidas; Kana no temía hacérselo en los baños públicos de un restaurante, siempre estaba marcándolo como suyo, así que al final Ganímedes se hizo un tanto descarado en este aspecto.
No paso demasiado tiempo para que Kana decidiera presentar a Ganímedes como su prometido con su familia y en las revistas de sociales; tanta felicidad parecía imposible, aunque era cierto que Kana a veces exageraba con su dominación, siendo un maldito controlador. Cuando el ángel cumplió 7 años viviendo con él, Kana le hizo un obsequió. “— Ganímedes, te amo. ¿Lo sabes? —“ Le hablo con una extraña dulzura que no había experimentado; resulta que su amo le estaba dejando como heredero universal, cada rincón en esa mansión, y las mansiones fuera de Japón, su imperio bancario… y hasta el gato, serían suyos: Pero ¿Por qué? Ganímedes no había experimentado la pérdida de un ser cercano. Resulta que Kana estaba en una enfermedad terminal, lo había sabido ocultar muy bien, pero ahora estaba seguro de que pronto sería su final.
Los siguientes meses fueron horribles para Ganímedes, tenía constantes pesadillas en torno a su amo y la perdida emocional que sufriría. Y aunque intentaba hacerse a la idea de que aquello no pasaría comenzaba a notar más deplorable la salud de ese humano; Ganímedes no sólo tuvo que enfrentar eso, resulta que cuando la familia de Kana se enteró del testamento comenzaron a enfadarse con ambos, pero principalmente con el ángel; le culparon de haber llevado a su amo al mundo de las perversiones, de haberlo enfermado y ahora de darle la espalda a su familia verdadera. Ganímedes no era parte de la familia, era la mascota, ellos lo tomaban así.
A pesar de su carácter, la presión fue tal que el ángel terminó por huir de los problemas. Empacó sus cosas, se despidió de su amo pero este no quería que se fuera y Ganímedes mintió, dijo no necesitarlo más en su vida y se aseguró de que nunca lo quisiera volver a buscar.
Como todos los pets fugados, al principio, el ángel fue un vagabundo; luego se enteró de que su amo había muerto, eso le hizo sentir devastado pero no del todo; puesto que (habiéndose colado al funeral de su amo) lo vio en el ataúd con el anillo de compromiso; él también lo llevaba, siempre lo llevó consigo y Kana se dio cuenta, entonces supo que siempre lo amo…
Pocos meses después, Ganímedes comenzó a trabajar como Bartender en un pequeño antro para adolescentes así es como sobrevive.

Prototipo Pet Crystal:

— El único objeto que guarda consigo de su pasado es un anillo de compromiso hecho de oro blanco.