.:Fallen angel.

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Akira Inoue.
25 años.
Ángel.
Japonés.
Sí (Pero no lo sabe)
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Enfermero pediátrico.
Uke.


Estatura mediana de 1.60 cm de altura, peso… realmente tiene tanto tiempo sin pasarse por un chequeo completo de su cuerpo que no tiene ninguna idea de cuál sea. Cabello plateado corto y ligeramente mas largo de los laterales, un flequillo que cruza por su rostro cubriendo en ocasiones el ojo derecho.
El color de su mirada puede ser el rasgo mas sobresaliente... de un tono lila, en ocasiones puede ser tan oscuro como un morado apagado aunque no deja que nadie vea esta imagen de si.
Mantiene rasgos finos pero no por ello se vuelven femeninos, simplemente tiene una completa simpleza en todo su cuerpo. Espalda ligeramente ancha, pero sus brazos son delgados, sus manos por ejemplo son muy suaves y si te atreves a compararlas con las de una mujer; el ángel solo reirá por semejante ocurrencia aunque siempre le suceda. Su piel es completamente pálida dandole una figura que podría creerse enfermiza aunque esto es solo por su naturaleza delicada.
De una salud envidiable; aunque esta sea simplemente casualidad pues no hace mucho para seguir un régimen de vida que le de la salud que tiene, regularmente es de esas personas que duermen poco… y si llega a caer víctima de la fatiga entonces olvida de verlo por un día completo. Tiene una extraña energía que desea trasmitir a quien intenta acercarse un poco a él.
Cuando se centra demasiado en su trabajo debe usar unos ligeros lentes sin mucho aumento, simplemente son para la vista cansada; la mayoría del día puede estar sin ellos perfectamente.
Las ropas que siempre lleva regularmente son de colores claros, aunque siempre viste el conjunto de enfermería que esta mandando a hacer con tela impresa de pequeños animalitos que resultan tiernos y agradables para los niños que atiende, también le es permitido llevar una bata aunque se dedique solo a la enfermería.
Cuando hábiles manos siempre están limpias, adora la limpieza y el orden aunque es el más torpe hombre que haya pisado una cocina. Su cuerpo entonces si pierde un poco de mascunilidad, haciendo que sus caderas sean apenas ligeramente mas anchas que las comunes y sus piernas mas largas... tal vez en denotación de su fertilidad de la cual es ignorante.
Akira es una persona simple, en exceso alegre, pero paciente ante lo que le importa, ¿explosivo? eso, sin duda alguna no lo es. Cuando algo realmente le emociona de sobremanera puede alzar un poco mas la voz, portarse infantil, curioso, y sin respeto por el objeto o persona que haya despertado dicha sensación. Regularmente es un poco silencioso, hablando apenas lo necesario, pero intentará seguir una platica o incluso rebuscar algún tema de conversación.
Cuando encuentra alguien interesante; Gusta de hablar, interactuar… Enseñar e instruir en todo lo que pueda, es alguien que siempre va a tender la mano para ayudar sin recibir nada a cambio, incluso es capaz de sonreirle a quien le haya hecho algún mal. Es muy curioso y demasiado visual, tiende tocar todo lo que está a su alrededor y que le parezca llamativo o interesante.
Es muy atento cuando se trata de alguien mas, muy por el contrario cuando se trata de si mismo, no sabe cuidarse ni alejarse de aquellos quienes podrían hacerle algún mal.
Akira es de esas personas que siempre van a exponer el lado que creen mejor de si, aún que nunca fingirá una tonta sonrisa por mucho que pueda mentir sobre su verdadero estado; Él siempre va a responder alegremente a todo.
No importa cuanto daño puedas causarle, no importa que palabras uses para romperle... no importa cuanto le pisotees, simplemente no va a odiar a nadie, ni a mostrar tristeza.
Alguna vez alguien le dijo que era demasiado fuerte para enfrentar el día a día con una dulce sonrisa, por su puesto el ángel no hizo mas que agradecer cuando en realidad pensó que solo era un cobarde.
Es de ese tipo de personas que se tragan todo hasta explotar en llanto, guarda el sufrimiento, el dolor... y entonces se queda en silencio para poder desahogarse; cuando esta a su límite, sus ojos comienzan a opacarse, pero tras una noche de perderse a si mismo regresa a aquella "pureza" y brillo.



Akira ha vivido varias vidas desde que tuvo la opción de caminar por su propio deseo.
¿No crees que el tiempo puede ser muy cruel? Las risas, los rostros, las voces y los nombres se van esfumado tan pronto como apenas creas un recuerdo de ello. Algo que recuerdas con tanta nostalgia al ver fotografías o vídeos... pero que sin ello simplemente no existe mas en tu mente. El tiempo es el peor enemigo del ángel y el miedo a olvidar a provocado que el mismo se obligue a hacerlo.
Cada cierto tiempo, cada cierta 'vida humana' Akira reinicia sus recuerdos olvidando desde su origen o el como ha llegado a donde actualmente se encuentra... por su puesto puede recuperar sus memorias... pero hasta ahora no lo ha necesitado.
Esto nos lleva a su vida actual, lo mas básico de Akira que aun así mantiene de celosamente para si.
Vive desde hace aproximadamente cuatro años en Kyushuu; En un pequeño departamento en el centro de la ciudad, sin rentas o presiones en su corta economía. Trabaja horas justas y nunca extras en el hospital como enfermero pediátrico, algo que le emociona pues bien, adora a los niños.
La razón por la que jamás se le vera escapando para tomar un trago o caer en diversión yace en su familia; Hana Inoue es el nombre de lo mas importante para él... Su adorada hija de 10 años, que a pesar de su edad parece mas responsable que el mismo ángel.



· Los conejos o perros.
· La nieve.
· Los libros para niños, ciencia ficción, tal vez un poco de suspenso.
· Las bicicletas, nunca aprendió a subirse correctamente a una; mucho menos manejarla adecuadamente... pero le gustaría intentarlo algún día.
· La cama; es alguien muy perezoso.
· Las películas de Kung Fu.
· Las tormentas y el corte de energía.
· Comida picante o muy ácida.
· Las sodas.
· Lácteos; es intolerante a la lactosa.
· Los dulces, mientras mas lo sean, mas náuseas le provocan.
· Lugares demasiado calientes.
· La cebolla.
· Agua sin sabor.
· El absoluto silencio.
· Los quehaceres del hogar.
· Que le despierten antes de cumplir, su muy personalizado, ciclo de sueño.
· La cocina en general, no sabe cocinar.

—Es muy molesto cuando una persona llama su atención, podría mostrarse muy curioso, pues bien, su experiencia entre los humanos aun es baja y hay cosas que no entiende de ellos.
—Le gusta el origami, siempre veras en sus bolsillos de la bata alguna figura nueva que perfecciona.
—Colecciona mas muñecos de felpa que su hija y a pesar de ello es muy ahorrador para después poder darle el lujo que quiera a su pequeña Hana.
—No entiende de tecnología, pero en sus días libres asiste a un curso de computación e idiomas para poder ayudar a su hija en las tareas y deberes.
—A Akira no se le puede llegar siendo sutil y con indirectas por que jamás va a entenderlas. Mantiene un fuerte orgullo y es fiel a sus promesas.
—Es de los que suele dar consejos que no pone en práctica... por ejemplo puede alentar a no temer a mostrarse débil ante otros.
—No cuenta con un par de alas, pero no creas que nunca las tuvo, solo es un tema del que no es capaz de hablar.
—Es alérgico a muchas cosas, también debe tener cuidado con los alimentos aunque ninguno le llevara al hospital. A pesar de ello, el nunca es de rechazar algo aun si esto le daña, no importando si conozca las intenciones del otro o no... Akira siempre sonreirá.
—Puede curar a otros si se tratan de heridas leves, pero su poder implica en tomar el daño del otro ser vivo en su cuerpo, por lo tanto no seria extraño verle lastimado la mayoría del tiempo.
—Aunque su salud puede agravar de golpe su origen le hace seguir sobreviviendo, eso no significa que no pueda morir como cualquier otro, solo es mas resistente que cualquier otro ser vivo.
—Hana no se parece en absoluto a Akira, pero el ángel siempre dirá que es la viva imagen de su padre.

♂Físico
Hana no Saku koro.
Kido.

Akira: